lunes, 4 de enero de 2010

Salvador y su rebaño en nuestro "prado"
las 12 uvas de la suerte

el brindis del 1 de enero, por fin algo de sol


ha llegado Papá Noel...



fiesta del cumple de nuestra ahijada Dunya

Aquí hay algunas noticias navideñas.
En primer lugar os deseo a todos un nuevo año fantástico, lleno de salud y amor.
Al final, la obra de teatro que queríamos representar en la fiesta de Navidad de la escuela , se suspendió por varias razones: el mal tiempo, la falta de espacio interior, y otros hechos de los que os hablaré en otra ocasión. Es que he tenido ciertos problemas que ahora casi se han resueltos y estoy muy agradecida por la ayuda y el apoyo que recibo de mis colegas y estudiantes.
¡qué pena, lo del teatro ¡ pero todos los actores estamos de acuerdo con seguir con el proyecto: después de las vacas seguiremos ensayando y esperamos reperesentarla en la semana gastronómica en mayo. Crucemos los dedos...
El 22 de diciembre llegaron mi hermana, mi cuñado y mi sobrina. Hicieron unas excursiones por aquí y celebramos juntos el cumple de mi sobrina y las fiestas de Navidad. En la Nochevieja participamos en la tradición de comer las 12 uvas de la suerte, una en cada campanada de las 12 de la noche. ¡Salió muy bien! A ver si nos trae la suerte prometida...
Con el tiempo ahora tenemos mala suerte: mientras nieva en Bélgica, aquí llueve a mares. Afortunadamente no hace tanto frío y a veces hay algún claro con mucho sol. Cada día encendemos la chimenea con leña de encina, un tipo de madera que se puede comparar con roble. Calienta muy bien. Encargamos la leña en Lepe y el comerciante nos la entregó en el día acordado con un remolque muy grande.
Ayer conocimos al pastor que ya habíamos visto varias veces por aquí con su rebaño de ovejas: Salvador Gómez González. En los campos ya no queda mucho de pasto para los animales y por todas partes hay mucha agua, casi son estanques. Por eso tiene que ir por los pinares donde la tierra es seca. En nuestro terreno hay mucho verde, le abrimos la puerta trasera que da al bosque, así las ovejas podían pastar un buen rato en nuestro “prado”. Estaba muy contento Salvador. Nosotros también, charlamos con él sobre su trabajo y su vida. Tiene 66 años y está jubilado ahora. En marzo deja el oficio, va a vender el rebaño porque ya no aguanta el duro trabajo. Además se hace más y más difícil el pastoreo por todas las carreteras y urbanizaciones que se construyen. Así es la vida: se van perdiendo las tradiciones.



1 comentario:

  1. schöne Fotos une nette Familie!! Liebe Gruesse zurück!! und frohes neues Jahr !! Man sieht sich bald in der Schule...keine Lust, oder? ..;-(
    Irene

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