martes, 15 de diciembre de 2009

Estamos a 15 de diciembre. Ya hace más frío pero sigue haciendo sol, y se puede almorzar en la terraza.
He cortado un montón de leña para la chimenea. No, en serio, hemos comprado unos 2500 kg de leña de encina (se puede comparar con roble)

Como veis, no todo es fiesta y excursiones: también hay que trabajar a veces...


En el restaurante azul de Olhão, en Portugal.



El molino de mareas de Olhão




viernes, 11 de diciembre de 2009

El martes volvió el sol. Hicimos una excursión a Olhão, que se encuentra entre Faro y Tavira, en Portugal. Visitamos la ciudad, el mercado cubierto y el molino de marea en la Reserva Natural da Ria Formosa. Después comimos en un pequeño restaurante local: chocos (sepia) fritos y chocos a la plancha con su tinta (muy negro, ese plato, jajaja). Por la tarde fuimos a Tavira por segunda vez para visitar la zona del castillo moro y luego a casa. Para terminar bien el puente, mi padre nos preparó una estupenda paella.
Ayer hubo una reunión con todos los “actores” que participarán en la obra de teatro de la fiesta de Navidad. Después fuimos al Parador de Ayamonte, un hotel lujoso, para cenar, todos los colegas de la Escuela. Lo pasamos muy bien.
Os paso el menú: se os va a caer la baba...

Para ir haciendo paladar:
Canapés de paté de caza
Croquetas de puchero
Empezamos con:
Hojaldre de marisco y pastel de verduras sobre salsa de pimientos rojos
Seguimos con:
Dorada al vapor con ajoarriero
Y como dulce final:
Biscuit helado de turrón y pastel de chocolate tibio
Dulces navideños
Bebidas:
Agua mineral
Vino blanco
Vino tinto
Café o infusiones
Copa de cava
Cabo Sao Vicente
Fortaleza de Sagres

Ponta da Piedade


Albufeira



las playas del Algarve

En la Escuela de Idiomas ya han empezado las evaluaciones. Aquí tampoco les gustan a los estudiantes. Dicen que no tienen tiempo para estudiar en casa o que el curso es demasiado difícil: ¡excusas! Si uno quiere aprender algo, siempre hay que hacer un esfuerzo. Así es la vida.
Tuvimos un finde muy largo, con el lunes y el martes incluidos, por el Día de la Constitución, y lo aprovechamos para recorrer la región vecina en Portugal, el Algarve.
¿Y los perros? Pues, mis padres están de visita por segunda vez y ellos hicieron de canguro durante ese puente. Ahora es su turno, están de viaje, también en Portugal.
Nosotros visitamos la costa desde Faro. Primero Albufeira, ciudad costera con mucho ambiente, y las playas de la zona. Allí pasamos la noche del sábado. Luego Portimão y Praia da Rocha, Alvor, Lagos y sus murallas, Ponta da Piedade, por Vila do Bispo hasta Sagres. Ay, qué maravillosas las playas del Algarve: refugios entre rocas impresionantes. ¡Qué fuerza tiene la naturaleza!

Pero me da rabia que haya tanta gente guarra : se tira basura por todas partes en tan bonitos lugares, y es que en Portugal se limpia bastante bien, en cambio aquí en Andalucía, se ve mucha suciedad en las playas y los bosques. Espero que esa situación mejore cuanto antes.
Pues bien, llegamos a Sagres el domingo por la noche: allí ya se nota la influencia del Océano Atlántico: una costa salvaje, el mar y el océano que se enfrentan y azotan las rocas con olas espumosas. Nos gustó mucho esa parte del viaje: la fortaleza en Ponta de Sagres, Cabo de Sao Vicente y el Parque Natural da Costa Vicentina. Ese lunes también visitamos una playa bonita en la costa atlántica, la de Castelejo, pero el buen tiempo cambió de golpe y al llegar a Monchique, en la sierra, llovió a mares. No se veía nada del paisaje, ni siquiera se podía salir del coche. Decidimos no seguir por la sierra. Bajamos a la costa, pero como seguía lloviendo, volvimos a casa.